Hoy yo abrazo mi potencial para ser, hacer y conseguir todo lo que yo pueda soñar.
jueves, 28 de febrero de 2013
miércoles, 27 de febrero de 2013
martes, 26 de febrero de 2013
La exigencia
Paolo Coelho sostiene que cada persona puede tener dos
actitudes: Construir o plantar. Los constructores pueden demorar años en sus
tareas, pero un día terminan aquello que estaban haciendo. Entonces se paran, y
quedan limitados por sus propias paredes. La vida pierde sentido cuando la
construcción acaba. Pero existen los que plantan. Éstos a veces sufren con las
tempestades, las estaciones, y raramente descansan. Pero, al contrario que un
edificio, el jardín jamás para de crecer. Y, al mismo tiempo que exige la
atención del jardinero, también permite que, para él la vida sea una gran
aventura.
El conocido humanista Frithjof Schuon defiende que: “El hombre no es enteramente él mismo más que superándose”. Es decir, por su naturaleza espiritual, el hombre está predestinado -o condenado, si se quiere- a superarse, a trascenderse, a elevarse por encima de sí mismo. De forma sumamente paradójica, añade Schuon, “únicamente superándose es como el hombre se sitúa en su propio nivel”.
El conocido humanista Frithjof Schuon defiende que: “El hombre no es enteramente él mismo más que superándose”. Es decir, por su naturaleza espiritual, el hombre está predestinado -o condenado, si se quiere- a superarse, a trascenderse, a elevarse por encima de sí mismo. De forma sumamente paradójica, añade Schuon, “únicamente superándose es como el hombre se sitúa en su propio nivel”.
lunes, 25 de febrero de 2013
lunes, 11 de febrero de 2013
viernes, 8 de febrero de 2013
lunes, 4 de febrero de 2013
Un hombre del pueblo de Neguá
"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al cielo. A la vuelta, contó y dijo que somos un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fueguitos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros, arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear y quien se acerca, se enciende". Eduardo Galeano (El libro de los abrazos).
viernes, 1 de febrero de 2013
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