Hoy yo abrazo mi potencial para ser, hacer y conseguir todo lo que yo pueda soñar.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Cuento del Amor y de la Locura

Cuento del Amor y de la Locura

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.

Cuando El Aburrimiento había bostezado por tercera vez, La Locura, como siempre tan loca, les propuso:

-Vamos a jugar a las escondidas?

La Intriga levantó la ceja intrigada y La Curiosidad, sin poder contenerse pregunto:

-A las escondidas? Y como es eso?

Es un juego - Explico La Locura - , en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.



El Entusiasmo bailó secundado por La Euforia; La Alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a La Duda, e incluso a La Apatía, a la que nunca le interesaba nada.

Pero no todos quisieron participar, La Verdad prefirió no esconderse. Para qué?, si al final siempre la hallaban, y La Soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y La Cobardía prefirió no arriesgarse...

-Uno, dos, tres...comenzó a contar La Locura

La primera en esconderse fue La Pereza, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino, La Fe subió al cielo y La Envidia se escondió tras la sombra del El Triunfo que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: que si un lago cristalino!! Ideal para La Belleza. Que si la hendija de un árbol!! Perfecto para La Timidez. Que si el vuelo de la mariposa!! Lo mejor para La Voluptuosidad. Que si una ráfaga de viento!! Magnifico para La Libertad.

Así terminó por ocultarse en un rayito de sol. El Egoísmo en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo...pero sólo para él. La Mentira se escondió en el fondo de los océanos (¡¡mentira!!, en realidad se escondió detrás del arcoíris) y La Pasión y El Deseo en el centro de los volcanes. El Olvido... se me olvidó donde se escondió ... pero eso no es lo importante.

Cuando La Locura contaba 999 999, El Amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.

- Un millón- contó La Locura y comenzó a buscar.

La primera en aparecer fue La Pereza sólo a tres pasos de una piedra.

Después se escuchó La Fe discutiendo con Dios en el cielo sobre Zoología y La Pasión y El Deseo los sintió en el vibrar de los volcanes.

En un descuido encontró a La Envidia y claro pudo deducir donde estaba El Triunfo.

El Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas.

De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a La Belleza. Y con La Duda resultó más fácil todavía pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado esconderse.

Así fue encontrando a todos, El Talento entre la hierba fresca; a La Angustia en una oscura cueva; a La Mentira detrás del arcoíris... (¡¡mentira!!, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta El Olvido... que ya se le había olvidado que estaba jugando a los escondidas, pero sólo El Amor no aparecía por ningún sitio.

La Locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencido divisó un rosal y las rosas... y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al Amor; La Locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces; desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la Tierra:

El Amor es ciego

y la Locura siempre lo acompaña

La mejor manera de predecir el futuro es creándolo.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Dos Lobos

Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla que ocurre en el interior de las personas.

Él dijo, "Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros".

"Uno es Malvado - Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, soberbia, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego.

"El otro es Bueno - Es alegría, paz amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, amistad, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.

El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo:

“¿Qué lobo gana?”

El viejo Cherokee respondió: "Aquél al que tú alimentes."

El Carpintero

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se pasaba el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.


En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo mueble. Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos". La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto. Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos. Ocurre lo mismo con los seres humanos. Observen y lo comprobarán. Cuando en un grupo el personal busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando florecen los mejores logros humanos.


Es fácil encontrar defectos, cualquier tonto puede hacerlo, pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos.